Nuestra particular aventura por la Tierra Media


Por vigesimotercer verano consecutivo, Turquino abrió sus puertas el 1 de julio para albergar otro campamento de verano en Broto. En nuestra querida pradera de San Martín volvimos a disfrutar de dos semanas en plena naturaleza y en un entorno inmejorable como son las proximidades del valle de Ordesa.

Este año nos tocó vivir una gran aventura en la Tierra Media, el universo creado por Tolkien. De la mano del hobbit Bilbo Bolsón comenzamos una larga travesía que partió desde Brotón Cerrado y a la que se unió el gran Grandalf el Gris. El famoso mago nos guió en la aventura a lo largo del campamento, poniendo a nuestra disposición su sabiduría y valentía.

La misión que nos fue encomendada era la de recuperar el mapa de Érebor, el reino de los enanos que les había sido arrebatado siglos atrás por el dragón Smaug. Para volver a su hogar necesitaban el mapa que nos tocaría encontrar a nosotros. Visitamos a Giarlath, la hechicera elfa del lago, quien nos advirtió que debíamos unir al resto de razas de la tierra media para encontrar el mapa y combatir el gran mal que nos acechaba, los orcos.

Visitamos a los enanos de las colinas de hierro y nos ensuciamos en sus minas; Cabalgamos en los campos de Rohan con sus hombres y mujeres; Encontramos y destruimos las hordas de arañas gigantes que se ocultaban en el bosque oscuro de los elfos y en cada una de estas jornadas recibimos el apoyo de estos tres reinos. El último día junto con los representantes de los reinos dimos caza a los orcos y los derrotamos, recuperando a su vez el mapa y entregándoselo al heredero de Erebor, Thorin escudo de roble.

Pero el campamento no solo fue la aventura en la tierra media, también realizamos infinidad de actividades: juegos deportivos, dinámicas de grupo, talleres, manualidades, competimos en las olimpiadas, veladas nocturnas, gymkanas (entre ellas una gymkana muuuy guarra que acabó con una holy run), juegos de pistas y de puestos, canciones, juegos nocturno, juegos de tablero gigante y hasta hicimos un Scape Room. Las excursiones no salieron como habíamos planeado, pero descubrimos un nuevo destino: las pozas de la Juaneta de Broto, que parecen una auténtica playa, aunque sus aguas no estén tan calientes.

El verano que viene más y mejor, porque la asociación Turquino  siempre está dispuesta a seguir mejorando. Nos vemos el año que viene en el siguiente campamento… o en otras actividades de la asociación.